El purín también vale dinero
La gestión del purín es algo que trae de cabeza a los ganaderos gallegos, pues en los próximos meses entrarán en vigor toda una serie de normativas que complicarán, sin duda, la utilización que de él se venía haciendo. Una de las principales novedades es que ya no se podrá aplicar usando métodos como el cañón, el plato y el abanico, pero es que, además, también será necesario analizar el terreno, conocer qué sustancias se deben emplear y registrar cuándo y cómo se utilizan. Por eso cada vez son más las empresas que trabajan en el diseño de sistemas que permitan una gestión integral de este residuo para convertirlo en un activo de valor dentro de la granja que nos permita ahorrar en la factura de los fertilizantes.
La plataforma de gestión integral y purines Agroxcontrol, presentada por Maquinaria Agrícola Plumed, fue una de las máquinas destacadas en el concurso organizado en la feria Cimag GandAgro, que se celebró hace unas semanas en Silleda. Este sistema, aseguran sus promotores, puede permitir al ganadero ahorrarse hasta unos 20.000 euros al año en una explotación con cien vacas o mil cerdos aprovechando de forma correcta el purín.
Para poder valorizar este residuo, aseguran en Plumed, «es imprescindible conocer la riqueza del purín, porque el de hoy puede ser diferente al de mañana ya que hay toda una serie de factores que influyen en su composición», explica, Miguel Ángel Mateo, delegado comercial de Plumed. Por eso han diseñado Purintester, un sistema que se conecta en cualquier cisterna y, mediante una aplicación instalada en el teléfono móvil, permite analiza la composición del purín que lleva la cisterna. «Durante el trayecto analiza el purín que llevamos y, entonces, ya le podemos dar un valor», explica. El sistema ofrece, además, en tiempo real la dosis de kilos de nitrógeno que estamos aplicando en cada hectárea.
Este método se puede combinar con Autotaj, que es una válvula que regula de forma automática la dosis que se aplica por hectárea «y guarda todos los trabajos que hemos hecho», añade Mateo. Y todos estos aparatos son compatibles con la plataforma Agroxcontrol Purín, que permite ya un control integrado del purín y la recopilación de todos los datos del proceso, necesario para los futuros cuadernos digitales de explotación y fertilización.
El sistema está formado por una parte electrónica, que se instala en la cisterna del purín y proporciona automáticamente posición GPS de donde se recoge el purín y de donde se deposita. Pero es que, a mayores, incluye unos sensores que analizan el purín y controlan la dosis que se está aplicando en todo momento. Además, en la cabina se instala el ordenador de a bordo, con el que es sencillo interactuar para controlar el proceso de forma completa. «Controla desde el origen al destino del purín y guarda todos los datos de todos los trabajos que hacemos. Estos se pueden extraer, importar y enviar», añade Mateo, al tiempo que insiste en que todas estas plataformas será compatible con las aplicaciones informáticas que las administraciones van a poner en marcha en los próximos meses y sirve también para los fitosanitarios. «Decimos que una explotación se puede ahorrar 20.000 euros con este sistema porque es lo que valdrían los fertilizantes químicos que pueden sustituirse por el purín», añade Mateo.
A mayores, la compañía cuenta con toda una serie de productos que se pueden inyectar al purín para mejorar su composición, «según lo que nos diga nuestro asesor en fertilización», asegura. Recuerda que, cada vez más, las normativas son restrictivas con el uso de los fertilizantes químicos y que sistemas como los de Agroxcontrol ayudan al agricultor a poner en valor el purín, un producto que en muchas explotaciones todavía consideran un residuo cuya gestión solo da problemas.
Sistemas de tubos colgantes aptos para todas las cisternas a partir de 8.000 euros
Uno de los principales cambios que tendrán que afrontar los ganaderos gallegos en los próximos meses será el del sistema de aplicación que se utiliza para el purín.
El plato, el abanico o el cañón son, hasta ahora, los métodos más utilizados para esta práctica, pero todos ellos quedarán prohibidos en cuanto entre en vigor el decreto de fertilización de suelos.
Así que las empresas ya están promocionando los conocidos como sistemas de aplicación localizados, como los tubos, aseguran en Plumed que cuentan ya con diferentes modelos de tubos colgantes que son compatibles con cualquiera de las cisternas que ya tienen actualmente los ganaderos. También hay sistemas de rampa, que depositan el purín en el suelo, y otros que los entierran. De los de tubos, los más sencillos, pensados para porcino, pueden tener un precio de entre 5.000 y 6.000 euros, dependiendo de la capacidad. «La media que se suele gastar para instalar estos sistemas es de entre ocho y diez mil euros, aunque también hay modelos más caros de entre 15 y 18.000», añade Mateo, quien insiste en que el precio dependerá del modelo, del tamaño y de la cuba en la que se quiera instalar. En esta empresa cuentan también con el sistema Tritalp, que tritura el purín de vaca para evitar que atasque los tubos que lo van a depositar en el suelo.
La reciente publicación de las nuevas normativas sobre fertilización de suelos está despertando el interés entre los ganaderos gallegos por estos nuevos sistemas de aplicación de purín.